Real Jardín Botánico de Edimburgo

Un poco de historia

El Real Jardín Botánico de Edimburgo (Royal Botanic Garden)  fue creado en 1670 por dos médicos que cultivaban plantas medicinales. Aunque inicialmente se encontraba ubicado en Holyrood, en 1820 fue trasladado a Inverleith con el fin de alejarlo de la contaminación de la ciudad.

El mundo en un jardín

El Jardín Botánico de Edimburgo consta de 28 hectáreas de terreno y cada una de las zonas está dedicada a un tipo de vegetación, aunque todas están especialmente cuidadas. Entre las zonas que tienen más éxito entre los visitantes destacan el Jardín Chino, el Jardín Conmemorativo de la Reina Madre, el Jardín Arbolado, o el Jardín de la Roca.

Invernaderos

Aunque son la única parte del jardín que es de pago, merece la pena visitar los invernaderos (Glasshouses), ya que éstos albergan más de 2.400 plantas muy especiales de diferentes lugares, que componen un verdadero paraíso para los sentidos.

En un momento podréis pasear por lugares tan diferentes como las montañas de Indonesia, los bosques australianos, los desiertos arábigos o la selva del Amazonas.

Un agradable paseo

Para cambiar de aires y dejar de visitar monumentos y museos durante unas horas, os recomendamos perderos en el Real Jardín Botánico de Edimburgo, un remanso de paz en el que recargar las pilas para continuar haciendo turismo.